¿ARDE BARCELONA? LA SEMANA TRÁGICA, LA PRENSA Y LA CAÍDA DE MAURA

Prólogo por MARÍA ARROYO CABELLO (*) 


(El libro "ARDE BARCELONA? LA SEMANA TRÁGICA, LA PRENSA Y LA CAÍDA DE MAURA", de José Carlos García Rodríguez, ha sido editado en enero de 2010 por Editorial Akrón dentro de su colección Ensayos Akrón)




María Arroyo Cabello



Me es grato prologar este libro de José Carlos García Rodríguez porque la temática me es familiar y por la trayectoria profesional del autor. Entre sus principales logros está el haber traído a la memoria colectiva, muy oportunamente, unos acontecimientos de los que ahora se cumple un siglo y en los que la influencia de la Prensa es notoria.

    Aunque haya transcurrido tanto tiempo, algunas situaciones y actitudes se actualizan, no sé si por pura coincidencia o porque la historia se repite. Me estoy refiriendo a la similitud que encuentro entre la campaña enarbolada por la prensa del «trust» contra Maura con motivo de la guerra de Marruecos, y la campaña de PRISA contra Aznar a raíz de la guerra de Irak. Salvando las diferencias entre ambos sucesos, que ahora no viene al caso analizar, la utilización de la Prensa contra el adversario político es idéntica, como lo es la vinculación del «trust» con el Partido Liberal y la de PRISA con el PSOE.

     Si en 1909 estaban en contra de la guerra de Marruecos el Partido Socialista, CNT, radicales, nacionalistas y el Partido Liberal, a la guerra de Irak se opusieron también el Partido Socialista, los nacionalistas y la izquierda en general: tanto en un caso como en otro se formó un frente político y mediático de acoso al Gobierno. 
Al igual que Maura, al que no le preocupaba ni la opinión pública ni la publicada, Aznar nunca se ocupó de contar con medios propicios cuando estuvo en el poder, actitud que pasaría factura a los dos líderes conservadores en cuanto surgiera la ocasión. La oportunidad se presentó, en el primer caso, durante la guerra de Marruecos y en el segundo, con la guerra de Irak; estas contiendas sirvieron de pretexto a la Prensa para emprender una campaña cuyo objetivo era derribar al presidente del Gobierno.

     Si en 1909 los ecos del ¡Maura, no! determinaron que Alfonso XIII prescindiera de su primer ministro, casi un siglo después el ¡Aznar, asesino! movilizaría a la opinión pública, que, en vísperas de las elecciones, y traumatizada por el terrible atentado terrorista con el que se pretendió relacionar al Gobierno, votó en contra del Partido Popular.

     En ambas coyunturas la caída del Gobierno se debió a un movimiento de opinión orquestado desde las filas de la oposición con el apoyo de medios de comunicación afines. 

     


     Desde que en 1843 los periódicos moderados llevaran a cabo una campaña para derrocar a Espartero, poco ha variado después en las relaciones entre política y periodismo. Ahora bien, con la democracia los medios han adquirido un protagonismo tal que con frecuencia son ellos quienes eligen y mandan en los gobiernos, llegando en ocasiones a una lucha mediática por el control del poder. Un ejemplo es la llamada «guerra digital» de mediados de los noventa entre El País y El Mundo por el «caso Sogecable». 

     Pero el 11-M constituye un punto de inflexión en cuanto a la influencia de los medios de comunicación, ya que fue a través de teléfonos móviles como en la jornada de reflexión se convocaron las manifestaciones en las sedes del Partido Popular, con el resultado electoral que todos conocen. Seguramente por esto algunos autores consideran que el 13 de marzo estalló la primera revuelta de la Política 3.0 en España. Y es que Internet está transformando las relaciones sociales y políticas, apuntando a una transferencia de poder de los medios a la audiencia. 

     Pues bien, al rol de la prensa en situaciones de crisis, desde 1898 hasta la caída de la Monarquía en 1931, dediqué varios años de investigación fruto de los cuales han sido un libro y varios artículos. Quizás por ello me satisface ahora que José Carlos García Rodríguez haya manejado aquellos trabajos para su ensayo.

     En resumen, estamos ante un libro de divulgación dirigido a un público amplio, que no tiene por qué estar especialmente interesado en la investigación, pero al que le gusta la historia y el periodismo. Si se cuenta usted entre ellos, « ¿Arde Barcelona? La Semana Trágica, la prensa y la caída de Maura» cumple con creces las expectativas, pues es una narración amena de un tema apasionante, que se basa en obras anteriores rigurosas y aporta abundantes referencias hemerográficas de insignes cabeceras del periodismo español en el primer tercio del siglo XX. 


(*) María Arroyo Cabello es doctora en Ciencias de la Información y Profesora de Historia de la Comunicación en la Universidad Católica San Antonio de Murcia.